¿SABES DETECTAR UN TCA?
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales que se manifiestan con alteración de la conducta del comer y distorsión de la imagen corporal, pueden tener consecuencias tanto físicas como psicológicas graves.
Con relación a los hábitos de alimentación
- Estar a dieta constantemente. Suelen ser dietas muy estrictas y pueden ir o no, acompañadas de épocas de exceso o atracones hasta volver de nuevo a dietas severas.
- Sentimientos de culpa por haber comido.
- Comportamiento alimentario extraño (desmenuzar la comida en trozos muy pequeños, dar vueltas al trozo de comida sin meterlo en la boca, ritmo muy lento o excesivamente rápido…)
- Alteraciones en la forma de comer. Suelen rechazar ciertos alimentos por miedo a engordar, por ejemplo: hidratos de carbono, aceite…
- Desaparición de comida en casa.
- Excusas para no comer.
- Ir al baño inmediatamente después de comer
- Ocultan la forma de su cuerpo, vistiendo con ropa ancha o muchas capas de ropa.
- Se niegan a hacer planes que impliquen mostrar su cuerpo, por ejemplo, ir a la playa.
- Percepción errónea de tener un cuerpo “gordo” o "débil".
- Pesarse mucho o pánico a la báscula
- Realizar actividad física, normalmente después de alguna ingesta de comida.
- Mostrarse nervioso/a inquieto/a si no puede realizar ejercicio.
- Patrón comunicacional negativo: menor comunicación abierta o problemas en la comunicación.
- Evita las comidas sociales y prefiere comer solo/a.
- Aislamiento social. Pasa mucho tiempo solo/a.
- Mal humor y cambios bruscos de actitud.
- Pasa muchas horas en el ordenador o Smartphone visitando páginas relacionadas con el cuerpo y la alimentación.
- Los temas de conversación suelen girar en torno a la comida y su físico.
- Disminución de todos los campos de interés social.
- Ansiedad, irritabilidad, nerviosismo…
- Humor cambiante.
- Hiperexigencia, sobretodo en el ámbito estudiantil. Si sacan malas notas, se sienten muy frustrados y angustiados.
- Mensajes muy negativos hacía sí mismos.
- Conductas impulsivas, mentiras o autolesiones.
- Insatisfacción personal constante.
- Dificultades para concentrarse.
La detección precoz de estos problemas mejora el pronóstico. Ya que el tiempo de evolución de la enfermedad y la intervención temprana ayuda a prevenir el desarrollo de un cuadro completo y grave. Es fundamental centrarse en la recuperación física, psicológica y social de la persona, por esta razón es muy importante la detección precoz, la adhesión al tratamiento, la implicación familiar en la terapia y un seguimiento individualizado para prevenir posibles recaídas.
Es importante que tengamos en cuenta que los trastornos alimentarios presentados durante la adolescencia presentan desafíos importantes. Por ello, es fundamental que sean detectados lo antes posibles y atendidos por profesionales con el objetivo de evitar la cronicidad y las consecuencias en el desarrollo biopsicosocial del adolescente que lo presenta.
Una vez iniciado el tratamiento debe de ser atendido, siempre y en todos los casos, tanto la regularización del peso y recuperación de la salud física como la recuperación del estado emocional de la paciente, entendiendo que van de la mano: Realimentación y reestructuración cognitiva (ideas irracionales acerca de la comida, figura y peso), sin desatender el restablecimiento de las deterioradas relaciones sociales. Todo como consecuencia de la pérdida de peso, ayuno, dietas restrictivas, atracones y conductas purgativas.
Querida Sociedad - Acción por los Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA)
Fuente:Proyecto Princesas
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